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domingo, 28 de noviembre de 2010

Sólo sonríe, yo ya sé cómo sentirme bien. (:

Sólo necesito mirar a los ojos y sentir lo que otros sienten.
Pero no es fácil sentirse bien, por eso te pido que al menos lo intentes. Por que la mayoría de las veces lloramos sin motivo suficiente, sufrimos sin excusa, y todo por una persona. Y te pido que dejes de ver lo subjetivo de la vida, que mires a los ojos como si estos te estuvieran mirando a ti, sólo a ti, y que dejes de pensar que siempre habrá otra detrás. Por que tú eres más que suficiente para cada uno de los deseos de ese chico, más que suficiente para cada una de las emociones y momentos, y lo sabes.
Y, si sonríes, puedes hacer que medio mundo se derrumbe y que más de 10 hombres que suspiran por ti se vuelvan locos. Por eso te sigo pidiendo que no te quedes encerrada bajo cuatro paredes, que estas no son lo suficiente para defenderte, que la vida hiere, que el amor ataca hasta al más valiente y que sólo el que de verdad sabe lo que busca puede esquivarlo. Así que busca, encuentra, lucha y ama, pero nunca, nunca, dejes de sonreír por algo que no vale la pena, por alguien que no lo merece, por gente que no se da cuenta del daño que hace.
Sólo te pido que sonrías, yo ya he aprendido a sentirme bien conmigo misma. :)
Te quiero.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Dime que siempre podré soñar con tu nombre.


Tengo que decirte algo, y quizás sólo puedas encontrarlo debajo de las palabras que te escribo. Tengo que gritarte algo, y quizás sólo puedas escucharlo entre los susurros de mis labios. Tengo que contarte algo, y quizás sólo puedas percibirlo cada vez que te busco con los ojos.
Por eso quizás no lo percibas, no llegues a comprender lo mucho que significas para mi, lo demasiado que te necesito. Sólo te pido una cosa, algo que quizás puedas hacer siempre con cualquiera, algo que te parece normal pero que para mi tiene mucho más valor que cualquiera de los gestos que nadie puede hacer.
Nunca me sueltes, quiero sostener tu mano como si fuera la última vez. Quiero abrazarte como si fuera la primera, quiero quererte como si no hubiera mañana. Y por favor, por favor, dime que siempre estarás aquí, que siempre podré contar contigo, que siempre podré soñar contigo...

sábado, 20 de noviembre de 2010

Hay que saber amar a la persona adecuada. &

Hay veces que hace falta cometer un error para darte cuenta de lo que de verdad necesitabas, y que ese error te haga sentir y imaginar como de verdad deberías hacerlo. Hay veces que el corazón confunde capricho con amor, algo usual pero nada agradable. Lo dejas jugar, lo dejas amar y te das cuenta de que todo era una simple ilusión. Por que, cuando te das cuenta de lo hecho, de que no hay vuelta atrás, de que has cometido algo de lo que te arrepientes, quizás no puedas volver a decir que No. Y, es entonces, cuando te das cuenta que no habrías sido capaz de dar un beso que de verdad sintieras, de derramar una lágrima que de verdad doliera y de sentir todo aquello que ya has sentido, pero con otras personas. Por que quizás esa extraña sensación debajo del estómago no era más que un agobio innecesario.
Y es ahora cuando te das cuenta de que eres libre, que antes yacías encerrada en una jaula que ni siquiera te pertenecía, apenas ponía tu nombre. Que existen cuatro tipos de amor, que sólo el tercero admite dos amantes, y el cuarto, dos enamorados. Que tú no estabas en ninguno de esos, pero, que aún así, te han hecho daño. ¿Por qué? Por lo que podría haber pasado. Por el agobio que no merecías, por las dudas que no te pertenecían.
Y en estos momentos es cuando pienso que el amor es cosa de algunos, que pocas veces encuentras lo que buscas, que hay que saber amar a la persona adecuada.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Y es que quizá tu corazón no escuche, o puede que no quiera escuchar.

Y lo grito, lo grito a los vientos, al mar, a la tierra y al sol, pero la gente no es capaz de oírlo. Quizá sean palabras ya tan escuchadas que una vez más casi ya ni tienen valor.
Pero intento olvidarlo, olvidarte, escapar de ese algo que me encierra como si en una jaula estuviera. Pero dos palabras me encierran, dos palabras que dicen más que todo lo que pudiera escribir. Y si alguna vez fuera capaz de olvidarlas, de dejarlas de lado y empezar con otras nuevas, quizá ya no tendrían el mismo sentido que antes, quizá yo tampoco fuera capaz de escucharlas, y les daría el mismo significado que muchos otros le dan.
Pero, por ahora, te sigo queriendo, aunque mi cabeza diga que no, aunque mi sentido común intente negarlo, mi corazón sigue latiendo por una sola razón, y esa razón tiene nombre y apellidos.
Y lo grito, y quizá tu corazón no lo escuche, o quizá sea que no quiere escucharlo.
Te quiero.
JK#

sábado, 6 de noviembre de 2010

Y las hojas caen, y el viento las arrastra como lo hace con mi alma.*

El otoño llega, y las hojas caen, y el viento las arrastra como lo hace con mi alma. Y los sentimientos flotan en el aire, las lágrimas viajan con las nubes, el amor muda de piel.
El corazón se vacía, se olvida y se duerme, mientras el cielo va adquiriendo aquel color rosa. Y los labios se cortan, las miradas se apagan, las manos se ocultan y las lenguas se esconden.
El amor se va, como las aves, a un lugar más cálido y confortable, donde poder alojarse mientras el frío se acomoda en nuestro cuerpo. Y, al cerrar los ojos, no se sueña, no se viaja, no se ama.
Pero la amistad perdura, y mueve los músculos. Y calienta los huesos, alimenta las palabras, completa los momentos y desoxida tus sentimientos.
El cuerpo vive, pero, mientras tanto, el corazón muere.
Y las hojas caen, y el viento las arrastra como lo hace con mi alma, vacía... Que espera volver a llenarse.