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sábado, 16 de julio de 2011

¿Para qué mirar al cielo?














¿Para qué mirar al cielo?
Si tus ojos ya son la octava maravilla
Que, sin luz propia, solos, brillan
porque son ellos los que chispean fuego

¿Para qué mirar al cielo?
Si en tus ojos es más fácil perderse
y, entre tantas nubes, esconderte
porque son como llamas de hielo

¿Para qué mirar al cielo?
Si el Sol hace tiempo que renunció
y las estrellas lo dan por perdido;
porque puedo ver el universo en ellos

¿Para qué mirar al cielo?
Tus ojos son más increíbles que todo eso.

sábado, 7 de mayo de 2011

Aprende a quererte como eres. //

Puede que haya veces que sea capaz de rendirme a la más mínima pero, ¿quién no lo hace?
Alguna vez, en algún momento determinado de nuestras vidas, hemos pensado que valíamos para algo. ¿Quién no lo ha hecho? Simplemente nos ilusionamos, vemos que nuestros amigos nos apoyan, que desconocidos nos animan, y nos sentimos realmente bien haciéndolo.
Pero, recuerda, siempre habrá alguien más bueno que tú en algo.
No, no por eso has de rendirte, no vas a dejar de luchar por tu sueño porque alguien, al que probablemente ni conozcas, sea capaz de doblarte en talento, de vencerte a la hora de combatir.
Yo nunca renuncié a mis sueños por una posibilidad de que alguien pudiera superarme. No soy perfecta, no hago las cosas tan bien como otros, pero tampoco pretendo hacerlo. Soy como soy; soy incierta, confusa, ilógica, desordenada, sentimental, romántica, loca, desinteresada, desorganizada, apoteósica, gruñona, gritona, llorica.
Pero, ¿sabes qué? Que no me importa. Algún día había que aprender a vivir queriéndose a una misma.
Pienso que lo peor que puede tener una persona es la inseguridad, el desprecio a todo acto que puede llegar a llevar a cabo.
Así que lucha, crece, vive, ríe, llora, ama, besa, duda, estudia, corre, duerme, se libre.
Nadie dijo nunca que naciéramos para vivir encerrados en el prototipo de persona perfecta.


martes, 3 de mayo de 2011

Fragmento.


No sé ni cómo, ni por qué, pero ya era demasiado tarde para dar vuelta atrás.

Las hojas ocupaban lo que venía siendo el cielo, y mis ojos apenas eran capaces de ver más allá de dos árboles por la escasa luz. Mis piernas tiritaban, pero aquello no era frío. No, no podría serlo, al menos no a 30 grados. Podía oír cada uno de aquellos latidos, y sentir cada gota de sudor resbalando por mi cuerpo.

Si desde un principio hubiese sabido que aquello no era más que una pesadilla, no habría corrido tan rápido al escuchar tu voz, tu desgarradora voz. Pude sentir como cada segundo, cada milésima de aquel grito atravesaba sin piedad mi corazón, y como dejaba huellas donde apenas creía posible.

Aquello no era más que un desesperado intento por encontrarte. Pero también era una vaga esperanza por alcanzar un final sin apenas saber con certeza si aquello era un principio.

¿Por qué las cosas se tornaban tan difíciles en tiempos de crisis, aunque estas fueran simples crisis psicológicas?

Las rocas gritaban cosas apenas audibles para los humanos, pero yo sí podía oírlas. No, tampoco es que ya estuviera transformada, eso sucedió tiempo después, simplemente ya no podía considerarme como humana. Las cosas habían comenzado a tomar su sentido, fuera de lo literal. Y, lo más decisivo, había aprendido a observar con ojos que no eran míos. Eso era algo que los humanos apenas se atrevían a hacer. ¿Por qué siempre fueron tan egoístas? Quizás eso me hizo pensar en un pasado cómo podía estar viviendo de aquella manera.

De cualquier manera, aquellas pequeñas pero grotescas piedras empezaban a hablar, a aconsejarme que me marchara. Pero yo seguía buscándote. En aquel momento tú seguías siendo humano, y tenía que conseguir que observaras el mundo tal como lo hacía yo. Sólo así conseguiría traerte de vuelta.

Tampoco podía imaginarme aquel sitio como algo especial, porque no lo era en absoluto. Al menos, para los humanos. Supongo que para mi tenía algo de atractivo.

¿El qué? Pues, es simple. Podía definirlo como algo normal, pero diferente. La transparencia de las hojas era nula, pero suficiente para dejar pasar aquellos inmensos rayos de sol que, llegados al suelo, apenas transmitían firmeza. Los pequeños hierbajos crecían mayormente al pie de los robustos árboles, y danzaban disimuladamente cada vez que una corriente de aire lo ordenaba. Es curioso, a esta orden casi todos le hacían caso, quizás hasta yo un poco. Al caer el sol y nacer la luna, podían oírse pequeños susurros desesperados de aquellos animales que veían tan bien, los de los ojos grandes. Los búhos. Ellos han sido siempre mis favoritos; siempre he pensado que, gracias a sus enormes ojos grandes, podían ver todo lo que yo veía con mayor intensidad, y podían sentirlo mejor.

El caso es que la noche ya se adentraba, y mis pequeñas pupilas empezaban a agrandarse para dejar que entrase mucha más luz, para que yo pudiese ver mejor, para poder encontrarte. Pero aún así, no te veía. Y tus gritos seguían resonando en mi interior.


Si os ha gustado este fragmento (Prólogo - Parte 1), pasaros por http://algomasqueunahistoria.blogspot.com/, no os arrepentireis, os lo aseguro :)

lunes, 2 de mayo de 2011

Suspiros de aire cerrados



Suspiros de aire cerrados
que suplican al verso libre poder nacer,
destripan corazónes y sus náuseas
usurpan amores engañados,
mienten a la noche descaradamente;
vacuos objetos de cariño y amor.

Sombra de la oscuridad y espejo del ayer;
ojos que albergan miradas
cargadas de humilde desesperación
se evaden libremente del daño de tu piel
al rozar suavemente el desprecio de tus labios

¡Librarme de aquel placer nauseabundo
que recore mis venas como la sangre caliente!
Deléitame cada uno de los pasajes de tu boca
Libérame de la dulce prisión que es tu alma
Espérame minucioso

Escucha mis latidos unánimes
al compás de tu suave respiración
que mueve las monótonas hojas del invierno
que se esconde detrás de la melancolía
donde me encuentra, obscena a las letras

Suspiros de aire cerrados
transforman las verdades, varían la realidad
fingen compasión por ti,
esperan pacientes y atacan con palabras
fuertes compromisos de amor falsos
más colmados de dolor que la misma muerte

martes, 22 de febrero de 2011

to smile. (:

Espero que siempre encuentres una razón para sonreír.
No, eso no significa que pida ser aquella razón, ¿o acaso piensas que creo que siempre estarás aquí? No puedo ser tu centro siempre, no vale la pena. Tal vez si la valdría saber dejarme llevar...
Espero que siempre encuentres una razón para sonreír, espero ver cada sonrisa y saber que a ti sí te va bien sin mi. Quizás no sería capaz de dejarte marchar... Quizás es por que ahora mismo no soy capaz de tragarlo.
- Te quiero - susurras. ¿Es que no fuiste capaz de asimilarlo? Ojalá no pares nunca de hacerlo; difícil, lo sé.
Me abrazas, con fuerza. ¿Acaso ya la perdiste toda queriéndome? No me sueltes.
Me besas; ternura. Sí, aún te echo de menos. No quiero llegar a hacerlo nunca.
Por favor, por favor vuelve. Sigue.
Te quiero.

jueves, 10 de febrero de 2011

Disfruta, ahora que puedes, puede que algún día lo eches en falta.



Lucha por lo que más quieres.
Es una frase muy conocida, muy típica, a la que hacemos menos caso de lo que deberíamos.
¿Qué significa? Que en esta vida no todo se gana por que si, hay que saber arriesgarse a perder, pero confiando en que podrías llegar a salir vencedor, por que es lo que ocurre la mayoría de veces... Pero cuidado, eso no significa que por que luches vas a terminar victorioso. Debes desear algo desde el fondo del corazón para que de verdad que se realice.
Los sueños, sueños son, pero siempre podremos adaptarlos de alguna forma a nuestro mundo. Eso es algo que he aprendido, que nunca podremos vivir un sueño tan intensamente como lo imaginamos, pero siempre quedan las realidades que más se le parecen.
Sueña cosas imposibles, pero disfruta las que tienes siempre y algún día echarás en falta.

lunes, 7 de febrero de 2011

Grita.



Gritar. Es sólo un verbo, una acción que podría realizarse de acuerdo a un sentimiento de culpabilidad, de agobio, de felicidad. Sin embargo, muchas veces no nos cabe otra que ahogarlo, aunque tengamos de deshacernos de él a la fuerza, porque su significado nos está haciendo daño. Gritar no es más que algo normal, ruido. Pero tan sólo el saber que estamos liberando algo que nos encarcelaba en alma durante tanto tiempo, aquello que nos impedía sonreír, lo convierte en uno de los gestos más significativos que puede llegar a haber.
Grita. Sí, venga, no tengas miedo, hazlo.
Libérate.
Cuéntale al mundo por qué sufres, quién es el causante de tu desdicha, de aquella pena que ensombrece tu corazón.
Grita. Sí, venga, deshazte de aquello que te impide respirar sin miedo a romperte.
Sonríe.
Cuéntale al mundo por qué lloras en la noche cerrada, por qué finges sonreír cada mañana para después desplomarte tan pronto como la gente de tu alrededor desaparece.
Grita. Sí, venga, hazlo. Grita con cada una de las venas de tu cuerpo, de las lágrimas de tus ojos, de los latidos de tu corazón.
Vive.
Cuéntale al mundo por qué ríes sin motivo, y luego lloras sin razón.
Cuéntale al mundo a quién amas sin sentido, y luego perdonas sin elección.
Grita. Grita. Grita.
Yo siempre estaré aquí para escucharte, y para hacerte escuchar.

martes, 25 de enero de 2011

Sólo tres cosas que deberíais saber.

A lo largo de todo este tiempo me he dado cuenta de varias cosas.
La primera, que todos tenemos una especie de velo que nos cubre los ojos y nos impide ver toda aquella belleza aún sin descubrir, todas aquellas palabras colgando en el árbol y todas aquellas personas brillando por lo bueno que han hecho en su vida.
La segunda, que ese extraño velo se levanta en distintos momentos de la vida y, aunque sea por unos segundos, podemos admirar todo aquello que, a simple vista, nos perdemos todos los días. Podemos descubrir todas aquellas personas a las que tenemos fichadas por algo malo, por algo que, en realidad, ni han pensado hacer. Podemos conocerlas simplemente mirando a través de ese velo.
La tercera, y última, es simple. Sólo he podido darme cuenta una vez, con una sola persona. Ya que con aquella persona mi velo se apartó de mi campo de visión y pude verla tal y como es. Y lo vi en ese instante, y lo veo ahora. La tercera cosa significa que ese velo se nos levanta cada vez que nos enamoramos, ya que es entonces cuando podemos admirar cada una de las bellezas de la vida.

lunes, 24 de enero de 2011

Y le amas, y lo sabes.


Piensas, sonríes. Él.
Escuchas, recuerdas. Él.
Observas, admiras. Él.
Sueñas, imaginas. Él.
Despiertas, estudias, ríes, olvidas, echas de menos, brillas, emerges, te hundes, renaces, suspiras, deseas, amas, duermes, paseas. Y él ocupa cada una de tus acciones.
Aquel intruso al que tanto llamas por la noche, el que se cuela por tus venas sin avisarte, el que te hace sonreír en los malos momentos. Él.
Y le amas, y lo sabes. Y le sientes un poco más arriba del estómago cada vez que te abraza, cada vez que te besa, cada vez que te susurra lo importante que eres para él. Y tú tienes ganas de gritar, de explicarle cuanto le amas cada vez que estas a su lado, cada vez que le abrazas, pero no te atreves. No eres capaz de soltarlo todo, simplemente por que es demasiado.
Por que sería imposible explicarle que te recorre el cuerpo cada vez que le ves, cómo palpita tu corazón cada vez que le aprietas la mano, cómo de largos son tus suspiros cuando le echas de menos.
Y le amas, y lo sabes. Y él también.

sábado, 15 de enero de 2011

Una fecha señala el comienzo de una nueva manera de ver la vida.

Fechas. Hoy en día tan poco originales y representativas... Pero, ¿qué significan? ¿Por qué les tenemos tanto aprecio a algunas? Si simplemente son números, días ya pasados. Pero no... En el fondo sabemos que es mucho más que eso. Sí, puede ser que mucha gente las infravalore, las use cada dos por tres por cualquier tontería, pero nosotros seguiremos creyendo en las fechas como antes lo hacíamos... Aún así, ahí sigue la pregunta, ¿que significan las fechas? Todo este tiempo llevo aprendiendo más de 100 fechas de memoria, algunas me obliga la cabeza, otras se las aprende el corazón. Y, después de tantos números, he llegado a la conclusión de que no son más que recuerdos sólidos a los que agarrarnos, por que nunca nos podremos acordar bien de lo que pasó, solo la fecha es algo que podremos recordar con facilidad. Por que una fecha significa un sentimiento, una acción que cambió por completo nuestras vidas, que las transformó, para bien o para mal, en algo distinto. Una fecha es mucho más que un simple número, una fecha señala el comienzo de una nueva manera de ver la vida, o el final.

jueves, 6 de enero de 2011

Te quiero.

Te quiero, te quiero, te quiero. ¿Me has entendido? Está bien, te lo repetiré.
Te quiero, a ti y a cada una de las sonrisas que despiertan al estar a tu lado.
Te quiero, a ti y a cada una de esas miradas que me aluden, y a las muchas otras que me persiguen.
Te quiero, a ti y a cada conversación que mantenemos.
Te quiero, a ti y a cada canción que nos identifica.
Te quiero, a ti y a la espera para verte de nuevo.
Te quiero, a ti y a la alegría de saber que estás a mi lado.
Te quiero, a ti y al rubor que se colorea en mis mejillas cada vez que te oigo hablar.
Te quiero, a ti y a cada una de tus palabras.
Te quiero, a ti y a cada una de tus decisiones.
Te quiero, a ti y a tus ganas de ser feliz, de vivir.
Te quiero, a ti y a tus sueños.
Te quiero, a ti y a cada mensaje tuyo.
Te quiero, a ti y a cada una de las veces que te preocupas por mi.
Te quiero, a ti y a tu imperfección perfecta.
Te quiero, a ti y sólo a ti.
Y no me preguntes por qué lo hago, no me pidas que intente querer a alguien mejor, por que, simplemente, no hay nadie como tú.

lunes, 3 de enero de 2011

¿No lo escuchas?

¿No lo escuchas? ¿Estás seguro? Pues es el viento... ¿No escuchas como canta, suave, tu nombre, cómo lo repite dulcemente? Quizás sólo sea yo quién lo haga... ¿Y tampoco escuchas la lluvia? Aquella que cae expresamente para parar en ti, para tocarte, ¿no escuchas como dice "te quiero" en voz bajita? Quizás solo pueda notarla yo... ¿Y no escuchas los susurros de la Luna, aquella que te seduce escusando que eres perfecto ante sus ojos? Quizás sólo yo pueda darme cuenta...¿Y no escuchas aquello que va al ritmo de tu corazón? Son los árboles, sólo se mueven cuando tú lo haces, sólo escuchan cuando tú hablas...
¿Estás seguro que no puedes percibir todo eso? Igual es que no me he expresado con claridad...
El viento, aquellos suspiros que nacen en mi boca; la lluvia, aquellas lágrimas que llacen en mis ojos; la luna, aquel brillo que ilumina mis pupilas; los árboles, aquellos que se mueven con mi corazón... ¿Lo entiendes todo ahora?

sábado, 1 de enero de 2011

Por cada risa & cada silencio..

¿Qué es aquello? Pues, simplemente, es un pequeño brillo en los ojos, una nueva esperanza. Sientes que tu corazón vuelve a latir, que tus sonrisas vuelven, cargadas de felicidad, que aquellas sensaciones que creías perdidas vuelven a aflorar con más fuerza que nunca. ¿Por qué? Porque lo sientes, y por que sabes que esta vez no vas a llorar. Porque es un deseo, un sueño, que cada vez está mas cerca de tu alcance. Porque lo sabes, sabes perfectamente que estáis hechos el uno para el otro. Por cada una de las palabras que dices, que pronuncias, por cada risa y cada silencio. Por cada una de sus frases, de sus sonrisas, de sus ocurrencias. Por cada momento en el que ambos pensáis en lo mismo. Por los pocos momentos en los que no sabéis que decir, por cada enfado y cada llanto. Por cada regalo y cada confesión. Por cada una de las risas que aparecen repentinamente al recordar algo. Por cada vez que os echáis de menos sin saberlo. Por cada mensaje, por cada tonteo. Por cada pensamiento que os alude a los dos, pero que, probablemente, no seríais capaces de decir... Por que cada mirada delata lo que los dos sabéis, pero no queréis afrontar.
Te quiero, ¿lo sabías? Y no puedo añadir mucho más.