Seguidores

martes, 22 de febrero de 2011

to smile. (:

Espero que siempre encuentres una razón para sonreír.
No, eso no significa que pida ser aquella razón, ¿o acaso piensas que creo que siempre estarás aquí? No puedo ser tu centro siempre, no vale la pena. Tal vez si la valdría saber dejarme llevar...
Espero que siempre encuentres una razón para sonreír, espero ver cada sonrisa y saber que a ti sí te va bien sin mi. Quizás no sería capaz de dejarte marchar... Quizás es por que ahora mismo no soy capaz de tragarlo.
- Te quiero - susurras. ¿Es que no fuiste capaz de asimilarlo? Ojalá no pares nunca de hacerlo; difícil, lo sé.
Me abrazas, con fuerza. ¿Acaso ya la perdiste toda queriéndome? No me sueltes.
Me besas; ternura. Sí, aún te echo de menos. No quiero llegar a hacerlo nunca.
Por favor, por favor vuelve. Sigue.
Te quiero.

jueves, 10 de febrero de 2011

Disfruta, ahora que puedes, puede que algún día lo eches en falta.



Lucha por lo que más quieres.
Es una frase muy conocida, muy típica, a la que hacemos menos caso de lo que deberíamos.
¿Qué significa? Que en esta vida no todo se gana por que si, hay que saber arriesgarse a perder, pero confiando en que podrías llegar a salir vencedor, por que es lo que ocurre la mayoría de veces... Pero cuidado, eso no significa que por que luches vas a terminar victorioso. Debes desear algo desde el fondo del corazón para que de verdad que se realice.
Los sueños, sueños son, pero siempre podremos adaptarlos de alguna forma a nuestro mundo. Eso es algo que he aprendido, que nunca podremos vivir un sueño tan intensamente como lo imaginamos, pero siempre quedan las realidades que más se le parecen.
Sueña cosas imposibles, pero disfruta las que tienes siempre y algún día echarás en falta.

lunes, 7 de febrero de 2011

Grita.



Gritar. Es sólo un verbo, una acción que podría realizarse de acuerdo a un sentimiento de culpabilidad, de agobio, de felicidad. Sin embargo, muchas veces no nos cabe otra que ahogarlo, aunque tengamos de deshacernos de él a la fuerza, porque su significado nos está haciendo daño. Gritar no es más que algo normal, ruido. Pero tan sólo el saber que estamos liberando algo que nos encarcelaba en alma durante tanto tiempo, aquello que nos impedía sonreír, lo convierte en uno de los gestos más significativos que puede llegar a haber.
Grita. Sí, venga, no tengas miedo, hazlo.
Libérate.
Cuéntale al mundo por qué sufres, quién es el causante de tu desdicha, de aquella pena que ensombrece tu corazón.
Grita. Sí, venga, deshazte de aquello que te impide respirar sin miedo a romperte.
Sonríe.
Cuéntale al mundo por qué lloras en la noche cerrada, por qué finges sonreír cada mañana para después desplomarte tan pronto como la gente de tu alrededor desaparece.
Grita. Sí, venga, hazlo. Grita con cada una de las venas de tu cuerpo, de las lágrimas de tus ojos, de los latidos de tu corazón.
Vive.
Cuéntale al mundo por qué ríes sin motivo, y luego lloras sin razón.
Cuéntale al mundo a quién amas sin sentido, y luego perdonas sin elección.
Grita. Grita. Grita.
Yo siempre estaré aquí para escucharte, y para hacerte escuchar.