Seguidores

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mientras que hay veces que, al mirarte, no noto más que vacío.

Cómo cuesta afrontar que has dejado de amar sin derramar una sola lágrima. Y todo ese daño que te hicieron, ¿cómo puede desaparecer tan pronto? Parece cosa del destino que todo vaya según lo previsto. También lo parece que todo haya pasado tan increíblemente rápido. Aún así, cuando te miro, no puedo evitar sentir lo que, en un momento, sentía a todas horas. Mientras que hay veces que, al mirarte, no noto más que un vacío silencioso y amargo. Quizás todavía sea capaz de arrancarlo, de sacarle el óxido y volver a amar como lo hice antes. Pero quiero que sepas que como tú, nunca habrá ninguno. Y, que si echo algo de menos ahora, no es más de todo aquello que pasé, todo aquello que sentí junto a ti, cuando nada más que se escuchaban dos corazones latir. Y es que es verdad, te amé, mucho más de lo que puedo explicar o, simplemente, sentir. Pero eso no cambia nada, al menos, ahora no.
Y es que el amor es como la energía, no se crea, no se destruye, solo se transforma.

No hay comentarios: